sábado, 26 de septiembre de 2009

Sobre la vuelta de Charly García


El 23 de Septiembre Charly García volvió a los escenarios en un concierto ante quince mil personas en Lima. Sobre el show no puedo hacer muchos comentarios ya que ninguna empresa de celulares me regaló una entrada con pasaje incluido a tierras incas, y apenas pude ver algunos videos en youtube, la mayoría de mala calidad. No creo que corresponda hacer una crítica sobre un recital de semejante músico basándose sólo en si está gordo, si puede cantar, si todavía puede mover los dedos o si es manejado por una secta malévola conformada por Palito Ortega y su nuevo manager, Fernando Szereszevsky. Tampoco creo que sea conveniente subirse al tren de los medios que ayer mostraban imágenes de Charly sólo cuando hacía quilombo en un boliche o suspendía un recital, y ahora (¡¿sorpresivamente?!) hacen alarde de un “nuevo Charly”, limpio, sin drogas, y “normal” si seguimos la frase de Guillermo Andino que al cerrar la nota sobre el recital de Charly dijo: “Bienvenido”. ¿Bienvenido a qué?, me pregunto. ¿Al club de la gente que se peina horrible para decir boludeces por televisión con música depre de fondo? ¿Bienvenidos al tren? ¿O acaso Charly se hizo de Racing? No creo que sea sano pensar que una persona pueda convertirse en otra de repente. Cuando Bebe Contempomi le preguntó qué pensaba cuando se veía ahora tirándose del noveno piso de un edificio Charly le respondió: “Pienso que lo volvería hacer”. Es verdad que, no sé si por los medicamentos o qué, el bicolor ya no tiene esa chispa o ese humor que lo hizo sudar a Lanata cuando le dijo que pensaba que él había sido un genio en alguna época pero que desde hacía mucho se quería copiar a sí mismo, y Charly le respondió: “Y yo pienso que vos sos un pelotudo”. Pero, como diría el refrán popular, las personas no cambian.
Charly drogado y alcoholizado hizo cosas geniales y otras muy malas. En una nota viejísima de la revista Rolling Stone dijo: “No creo que la droga pueda darte nada que no tengas”. También decía en esa nota que se había fumado treinta porros antes del Adiós Sui Generis. Es decir, Charly podía hacer un recital increíble como el Adiós Sui Generis re contra porreado, pero le das la misma dosis al pelotudo de la esquina y no toca ni el A Ro-Ro. Y tampoco hay que pensar que compuso temas increíbles como Llorando en el espejo con ayuda de la droga. La droga puede haber servido como inspiración, o su temática puede girar en torno a la cocaína, pero la canción es efecto de un talento enorme y no de ninguna sustancia química. Sino les propongo que se fumen un porro y traten de componer un tema. No quiero imaginarme los resultados.
La última vez que lo vi en vivo creí que no iba a verlo nunca más. Fue en marzo de 2008, algunos meses antes de que destruya un hotel en Mendoza y sea internado forzadamente (la imagen que mostraron los medios de Charly atado a una camilla es terrible) en una clínica psiquiátrica. El recital fue en Abbey Road, un bar en Mar del Plata. Curiosamente, la tapa del último disco de Los Beatles se dice que representa un cortejo fúnebre donde Paul sería el muerto, John el sacerdote, Ringo el enterrador y George el amigo que asiste al entierro. Bueno, al final no hubo muerto, aunque a muchos les hubiera encantado, y ahora esperamos ansiosos el recital del 23 de Octubre en Vélez. Esa noche en Mar del Plata las imágenes de Perro andaluz proyectadas sobre el escenario antes de empezar el recital habían inflado mis expectativas, que nunca son pocas al ir a escuchar a Charly García. Finalmente el recital empezó. Salió Charly con un velo negro sobre la cara y las piernas flacas todas cortadas y pintarrajeadas. Repasó casi todo Kill Gil él sólo con una guitarra eléctrica distorsionada sobre grabaciones y regrabaciones al mejor estilo estilo Say no more. Después se copó con algunos clásicos y hasta pidió un aplauso para el Flaco Spinetta quién, hasta donde yo sé, no estaba en la sala. El recital sonó bastante sucio, el sonido era malo, los teclados apenas se escuchaban, cantó bastante mal, se habrá tomado una botella de whisky por lo menos y frenó varias veces para pedir que echaran a gente del público porque le sacaban fotos. En Lima se lo vio mucho más tranquilo, la banda suena de la puta madre y muy prolija como desde hacía mucho no sé escuchaba en bandas suyas. A pesar de la rigidez, producto de la sedación, Charly se animó a bailar y a dar vueltas por el escenario. Alternó entre el piano y el micrófono que estaba en el medio del escenario, donde hasta dio un gran salto super rocker. Canta bastante bien si tomamos como referencia su sorpresiva vuelta en marzo en un concierto en Luján. Y se lo nota en armonía con el público. Ahora sólo queda esperar hasta el show de Vélez, donde seguramente nos va a sorprender aún más de lo que nos tiene acostumbrados (perdón por la frase demasiado Guille Andino).
Dejo para que escuchen un video de una presentación de Charly en un programa de TV en 1985, época de Piano Bar. Ahí puede verse al Charly más clásico cantando al piano Total interferencia, tema que quedó huérfano del abortado proyecto entre García y Spinetta. En sus líneas, la letra que tiene un estilo más spinetteano, dice: “Estamos como el amor que se echa a perder, violamos todo lo que amamos, para vivir…”.



3 comentarios:

Martín Zariello dijo...

Puedo estar horas viendo videos viejos de Charly en You Tube. Literalmente. Éste que mostrás vos es increíble, con piano y voz esa canción parece mil veces más buena de lo que es. Y la interpretación de Charly te hace pensar que el tipo está a la altura de los más grandes de verdad (Lennon, Dylan, por ahí). Se podrán decir muchas boludeces sobre el tipo (incluso yo las digo a diario) pero tiene un repertorio incuestionable. Yo también creo que ahora le falta esa chispa que le hacía responder preguntan con un cinismo total o cambiar la letra de los temas y resignificarlos (recuerdo que en la versión de Tribulaciones, lamentos, etc. en vez de decir "estoy desnudo, si quieren verme, bailando a través de las colinas", decía "estoy EN BOLAS si quieren verme" lo que provocaba un anticlimax total). Me imagino que se deberá a las sustancias que le deben dar para calmar la abstinencia de no tomarse una botella de whisky por día y demás. Otra cosa que me olvidé de decir en mi post es que Charly es uno de los pocos tipos que hizo de su decadencia artística una obra de arte. Ese concierto horrible que contás vos (de los que fui a ver varios) y varios cientos de los que dio a partir, si querés, de la reunión de Serú Girán, eran performances artísticas a pesar de todo. Creo, qué sé yo. Muy bueno el post.

El anacoreta dijo...

Siempre vuelvo a Charly de alguna manera, por ahi escucho un tema en la radio o veo una noticia en la tele y me las paso dias esuchando sus discos y, desde hace un tiempo, mirando videos por youtube. Coincido con vos que si podemos poner la vuelta con Seru como inicio de cierta decadencia en Charly (empezando por la voz y siguiendo por que ya no toca el piano como en Adios Sui Generis) pero que siempre hizo de eso una obra de arte. Especificamente ese recital en mar del plata tuvo muy poco para rescatar. Despues, espero que en algun momento le bajen la dosis de medicamentos y ver si puede recuperar algo de esa ferescura en su manera de ser y hacer musica.
No hay duda que Charly esta en el podio con Lennon y pocos mas.
Saludos!

el nuevo dijo...

Algunos dirán que compuso cosas por estar drogado, yo digo que compuso eso a pesar de estar drogado.
Lo del aplauso para Spinetta me hace acordar al primer recital que dio con Serú, en el que pedía aplausos para los músicos y de la tribuna le pedían que diga un aplauso para spinetta que finalmente lo concedió. A continuación pidió un aplauso para mi vieja que "se abrió un local de macrobióticos".