miércoles, 3 de agosto de 2011

Midnight in París

1. Las películas de Woody Allen no son nada sin jazz, una rubia inocente y bella como protagonista, una hermosa ciudad de escenografía y una acompañante que valga los sesenta pesos de entrada. 2. Si es deprimente ir sólo al cine, más deprimente es ir con tu hermana y pagar el Pack Parejas para que salga más barato. 3. Si eso era deprimente, más aún lo es que a los cinco minutos de película aparezca una hermosa pareja y te digan que esos son sus asientos y te tengas que mudar a la segunda fila. 4. Si estaba con mi novia ni en pedo dejaba que me saquen el lugar así, pero en esta circunstancia ¿para qué recibir una trompada? 5. Debería prohibirse por decreto que existan las primeras filas de los cines o, por lo menos, debería existir un seguro para espectadores que cubra tortícolis y producción de ceguera. 6. Está claro desde el título que Midnight in París es una película sobre París. Si es que existe el género film de ciudad, Woody Allen ha incurrido en él más de una vez en su profusa y extensa filmografía. Las ciudades han sido protagonistas no menores de sus mejores películas. Desde la inolvidable Manhatan (1979) hasta Vicky, Cristina, Barcelona (2008) y Match point (2005), donde dejó atrás su amor por Nueva York para hacer culto del Viejo Continente. Los primeros planos de Midnight in París confirman lo que sugiere el título: postales de los lugares emblemáticos de la ciudad del amor. 7. Gil Pender, genialmente interpretado por Owen Wilson, es un guionista de Hollywood y mediocre escritor que viaja a París de vacaciones con su novia Inez (Rachel McAdams), con quien está comprometido, y sus insoportables y desconfiados suegros. 8. La pareja recorre museos de París junto a Paul (Michael Sheen), un antiguo compañero de facultad de Inez, a quien Gil no se banca porque el tipo sabe un montón de arte y habla hasta por los codos. En un momento tiene una discusión con una guía sobre la historia de una pintura. La guía es Carla Bruni y es obvio que fue una incorporación de último momento para que lo dejaran filmar tranquilo en la ciudad o una gestión especial del presidente Sarkozy. Su papel es insignificante dentro de la trama. 9. Para colmo la novia de Gil está re caliente con el pedante de Paul. Así que una noche cuando iban a ir a una fiesta decide volverse sólo al hotel. En la caminata de vuelta se pierde por las angostas calles de París y se sienta en las escalinatas de una iglesia a descansar. Ahí va a aparecer un auto antiguo, una especie de Delorean versión retro, que lo va a transportar hacia los años veinte. 10. Hay más chances de que Funes Mori meta un gol en River de que Woody Allen meta efectos especiales en una película. 11. De pronto el personaje encarnado por Owen Wilson se encuentra en una fiesta, que al principio parece una fiesta de disfraces ya que todos están vestidos de forma extraña. Cuando se entera de que sus interlocutores son Scott y Zelda Fitzgerald va a darse cuenta que está en los años veinte. 12. A partir de entonces va a hacer el viaje todas las medianoches cuando suenan las campanas de la iglesia y va a tener encuentros con Ernest Hemingway, Pablo Picasso, el pianista Cole Porter y los surrealistas Salvador Dalí y Luis Buñel, entre otros. 13. En uno de esos viajes se va a enamorar de Adriana, interpretada por Marion Cotillard, una especie de groupie de los años 20 que es amante de Picasso, Hemingway y también lo fue de Modigliani. 14. Uno de los momentos más graciosos del film es cuando les cuenta a los artistas surrealistas que está viajando en el tiempo y que está enamorado de una mujer de otra época. Dalí y Buñel no dudan en creerle y comparan su relación con un rinoceronte. 15. Desde las coplas de Jorge Manrique (“cualquiera tiempo pasado fue mejor”) hasta Spinetta (“mañana es mejor”) ha estado presente en el hombre la pregunta sobre si existe un tiempo ideal. Solemos pensar que todo lo mejor ya pasó. Nos perdimos el hipismo, los Beatles, Pescado Rabioso, Maradona. Pero también zafamos de la dictadura, del servicio militar obligatorio y de las películas de Palito Ortega. No nos podemos quejar. Igual hubiese estado bueno ¿no? 16. Pocas veces Woody Allen ha incurrido en el género fantástico. En Sleeper (1973), una película sobre un hombre que era congelado por error y despertaba 200 años después, satirizaba la temática futurista muy difundida por esos años. Más tarde, en 1985, volvió a incurrir en este género con una de sus mejores películas, La Rosa Púrpura del Cairo, donde un personaje se salía de la pantalla y se enamoraba de una de sus fans en el contexto de la Gran Depresión. De todos modos aquí Woody Allen no deja de discurrir sobre sus temas favoritos: el amor, el sexo, las relaciones, las enfermedades, el arte, etcétera. 17. Owen Wilson le es a esta película lo que Ricardo Darín le es a cualquier película argentina: cualquier película con su nombre en cartel es éxito garantizado. Más allá de haber conseguido de esta manera su mayor éxito de taquilla en años, la interpretación del simpático actor de Hollywood es la mejor desde que Woody, por una cuestión de edad, dejó de interpretar a sus personajes. Atrás quedaron las no tan felices participaciones de Will Farrel, Larry David y Jasson Biggs. 18. Algún día nos íbamos a cansar de Scarlett Johansson. 19. Nunca de sus tetas. 20. No da terminar un post con la palabra “tetas”. Así que les recomiendo que vayan a ver la película de Woody Allen. Si es acompañados, mejor. Y sino, por lo menos, procúrese encontrar un buen asiento.

3 comentarios:

JD dijo...

Excelente de los puntos 1 al 8 incl y del 17 al 20 invl!!!

Hoy quizas la vea. El quizas es por un llamado (y no a mi hmna)

PD: gracias por la advertencia y por el homenaje a los loosers de este mundo. (Y + LOL).

El anacoreta dijo...

JD, no trates de deslindarte tan facil de este grupo. Si son las ocho y todavia no sabes si te va a decir que si o que no, es un no asegurado. Yo que vos voy con tu hermana.

Anais dijo...

No puedo dejar de comentar ya que woody me generó el mismo deseo. Yo también quiero volver al hipismo, a los beatles, a pescado rabioso, y agregaría a la cueva. Me enamoraría de cualquier pelilargo con pantalones anchos que silbara una canción de sui generis. Pero inevitablemente... él estaría pensando en otro pasado. Cada loco con su ideal.